martes, 25 de junio de 2013

Cuando una cosa lleva a la otra






¡Todo es cuestión de networking! Ok...es algo que se repite mucho cuando se habla de escalar pasos hacia mejores oportunidades, tanto en el plano profesional como en el cotidiano. En aproximadamente 20 años de estar en este revolú de la música, es cool hacer una proyección del pasado desde la pantalla del presente y ver cómo las oportunidades que he tenido se enlazan a eventos random, unos con los otros. Me voy en este viaje cada vez que ando en el ajoro de shows o ensayos y, aunque sea en un tapón, detengo la mente para agradecer ese “rush” de andar en la locura de tocar y vivir de la música. Todo lo que hago hoy no parece ni siquiera un trabajo, aludiendo al gran Confusio (no, no fue el que inventó la confusión, como dijo aquella linda chica...).  

Por eso mi post es en honor a esos eventos random o a esas cosas que parecen “casualidades” que después, al seguirle el rastro, veo que han llegado a lugares insospechados. Y eso es súper cuando uno decide apostar todo a algo y de repente todos los aspectos de la vida de uno responden en la misma dirección. Es adquirir un estilo de vida que te lleva de una cosa a la otra; así como las máquinas que hacen los lápices... (el video de eso en youtube está muy bravo, me lo enseñó mi hija). Este escrito visita alguna de esas “casualidades” y cómo esto me llevó a iniciarme en la música. La verdad que es divertido no saber lo que te puede ocurrir porque nada está escrito... Life is crazy!

Nacido y criado en el campo (Naranjito City), rodeado de familia grande, que criaba gallos de pelea, no era raro verme desde pequeño en alguna gallera, rodeado de gente mayor y apostadores del “boxeo gallístico”. Sin tener MTV, pero sí Alfa Rock y una que otra tienda de discos en el casco del pueblo, mi adolescencia fue de fanatismo al heavy metal. Ozzy, Iron Maiden y Dokken eran mis favoritos. Esa exposición a tan agresivas guitarras en esas grabaciones, me llevó a ese gran día donde este pana mío de la escuela me dijo que tenía una guitarra eléctrica que quería vender... nunca había contemplado que yo podía tener una guitarra eléctrica y aprender a tocar como mis héroes Randy Rhoads, Jake E. Lee o George Lynch... (já! yeah right...)

Era una guitarra tipo Fender Stratocaster negra, que vendía Sears en los catálogos. Sí, esos catálogos americanos que nosotros en el campo veíamos como un grandioso mall encuadernado, donde tú mandabas a buscar algo y esperabas por correo un módico tiempo de 3 meses para que llegara... Bueno, el pana quería $100 por la guitarra, pero finalmente transamos por $50 y un gallo de pelea que mi papá le dio. Él estaba feliz con su gallo y $50 en muchos billetes pequeños, y yo contento con mi guitarra de Sears.

A mis 13 años, me ganaba los pesitos en la gallera. Mi trabajo era cargar el gladiador con las mortales espuelas hacia el ring de pelea, mostrárselo al juez para que lo inspeccionara y de ahí a que se “esbarataran a espuelazos” siguiendo su instinto. Mirando ese trabajo ahora, me doy cuenta de la responsabilidad que pesaba sobre mí; cargando un peleador cuya apuesta muchas veces era miles de dólares. Un movimiento en falso que yo hiciera y el gallo me iba a llenar de rotos y sangre. Pero esa habilidad era tan natural en mí, que ni me pasó por la mente la posibilidad de fallar.  ¿Qué interesante eso, no?

Con el ingreso de ese trabajo logré matricularme en Rock Unlimited, una escuela de guitarra en San Juan que tenía a uno de los maestros más bravos, Aníbal Rivera, quien en ese tiempo era el guitarrista de Ednita Nazario y yo lo veía tocando en Noche de Gala (¿cómo eh?). Recuerdo que el sustituto de Aníbal muchas veces fue un gran maestro llamado Osvaldo López... Mi bro Junín, quien tal vez consciente o inconscientemente mostró su fe en mí y mi guitar-ride, se ofreció a llevarme del campo a la ciudad capital a tomar las clases todos los sábados. Creo que ahí se establece oficialmente mi conexión con el instrumento.

Escribo esto también, pensando que me está tocando (desde hace algún tiempito ya...) compartir mi experiencia con los que andan creciendo y queriendo buscar su sitio en la música. Yo siempre digo que hay que tomar todas las oportunidades que vengan porque no sabes cuándo una cosa te llevará a la otra. De ese comienzo con la guitarra, nunca imaginé a dónde llegaría, mi pasión era el proceso... el camino. Entre Rock Unlimited y hoy, han pasado miles de “casualidades” más. Lo curioso es que muchas veces no nos damos cuenta de que crecemos.

Las “casualidades” son parte del camino y no del resultado o la gran meta; de hecho ¿cuál es la gran meta? ... No hace diferencia cuando se hace lo que se hace por una convicción que habita permanente en tu sistema de creencias.

Las metas se cumplen, no se cumplen, se renuevan, evolucionan y hasta se rentan...


6 comentarios:

  1. Coño Juano, que recuerdos bro! lindo escrito! te quiero

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    1. Gracias mi hermano! Se le quiere igual! Ha llovido bastante y la búsqueda no acaba!

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  2. Wow como ha llovido mi hermano! Me acuerdo de los viajes a Rock Unlimited en la 3 potes que tenias... jajajaja me acuerdo de Gabriela alli sentada esperando por la clase... me acuerdo de una leccion en la cual te ensenaron la tecnica de "trill" en un solo de Journey. Me acuerdo de la primera vez que te escuche tocando el solo de "wait" haciendo tapping... no te lo sabias, pero se notaba el talento. Asi como me acuerdo de los ensayos en casa de Raul...con Omar e Ivan el prieto! Me acuerdo de como Willy Choque saco su nombre... y las parrandas de tu familia, las correografias que yo intentaba para sentirme parte del grupo... aun escucho "la buruquena de Dona Ines, yo la tenia pero se me fue! lol! me acuerdo como me volviste a presentar a Margie, el cafe de tu mama... los gallos a las 5am, y todos los revoluces que se hacian para emprender esa vision de la cual queriamos hacer nuestras vidas.

    pero tienes razon... a veces no es lo que se sabe... si no, a quien conoces! networking es esencial en el negocio de la musica... por eso se les quiere y se les extrana a todos desde lejos!

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    1. Coño mi pana, usted es uno de los responsables de esta "casualidad". Siempre juntos aunque sea en la distancia! Un abrazo mi hermano, gracias por ayudarme en esos primeros pasos!

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  3. Que viaje tan lindo. No sabia que trabajaste en la gallera. Tienes que sentirte orgulloso de tus inicios y que bueno que lo compartes para que los jovenes que ahora comienzan sepan cuanto es posible hacer, por alcanzar un sueño. Y lo estamos viviendo. Para mi y se que para ti también el sueño consiste en vivir haciendo lo que amamos. Btw creo q fue Buda... ;D ¡Te quiero coño!

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