lunes, 23 de marzo de 2015

Reflexión del camino al andar en la música... primeras 10

La lista puede ser interminable, pero estas 10 las escupí de un cantazo....

No descubrí la rueda, pero a veces lo esencial puede resultar invisible a los ojos. 

Como hijo de la música, entre muchas cosas he aprendido que...

1- Es un hilo conductor entre la humanidad.
2- Respetar y reconocer el talento e individualidad de cada cual es vital para identificar el propio.
3- Es una de las bendiciones humanas.
4- Es un deber dar la mano, alumbrar y guiar la nueva generación de músicos en crecimiento.
5- Las nuevas tendencias son causa y efecto natural de un movimiento y no necesariamente una degradación de lo ya establecido. 
6- La radio no es el único anfitrión musical que hay, se requiere búsqueda para descubrir el mundo de inagotable belleza que hay en este arte. 
7- Solo hay dos tipos de música, la buena y la mala
8- Viajando a otros paises afirmo que los músicos boricuas de todos los géneros tienen un alto standard. 
9- Hay que percibir la música con el corazón, espíritu y los sentidos que te apela... 
10- Que cuando los egos se dejan enganchados en la percha, se abre el espacio a evolucionadas relaciones interpersonales entre colegas. 

domingo, 16 de marzo de 2014

Concierto Lucecita

La música es la más grande expresión sobre la tierra. La bendición de que la vida me regalara ser instrumento de ella, se manifiesta muchas veces de una manera no anticipada. Esa manifestación de bendición la recibí anoche al ser parte de la orquesta en el concierto de Lucecita "Voz y Luz".

En estos tiempos donde todo es minimal y sobre todo reducido por falta de presupuesto, se dió la oportunidad de presentar un show con una banda grande en una sala llena gozando de un manjar musical.

Desde que se contó el primer compás hasta el último de la noche, todo el mundo se conectó por par de horas a celebrar lo que solo la música puede lograr; tocar la fibra de las emociones, viajar en el tiempo y ser testigo de la conexión escenario-audiencia.

Pese a que los medios de información tienden a enfatizar los tropiezos de las figuras públicas, el que conoce, sabe que Lucecita es una de las escogidas tanto en lo vocal como en la interpretación. Anoche fui testigo no solo de su impresionante calidad vocal, si no también de su enorme corazón para dejar cada gota de energía sobre el escenario.

Más que honrado me sentí de ser parte de una orquesta de músicos boricuas que son del más alto "pedigree", tocando arreglos del gran Pedro Rivera Toledo. Fue como estar en la idea de lo que creemos es el paraíso...

Mi reflexión es simple, estoy y estaré siempre sumamente orgulloso de la calidad de músicos de este país. Independientemente del género que representen, el standard de ejecución es del más alto nivel. Creo que nos hace falta reconocerlo mejor desde el nivel individual hasta el global para que conciertos como este sean la norma y no la excepción...

Al corillo de la orquesta, sección de ritmo y vientos; Bravo!! Mi respeto y admiración! 

sábado, 29 de junio de 2013

Entrevista que publicó mi amiga periodista Paola Marte para su portal "Sin Permisos"

Honrado por esta entrevista publicada por mi buena amiga periodista Paola Marte de la República Dominicana!

Aquí comparto el enlace...

http://paolamarte.com/juan-carlos-rodriguez-en-la-musica-se-hace-camino-al-andar/


Gracias Pao!

martes, 25 de junio de 2013

Cuando una cosa lleva a la otra






¡Todo es cuestión de networking! Ok...es algo que se repite mucho cuando se habla de escalar pasos hacia mejores oportunidades, tanto en el plano profesional como en el cotidiano. En aproximadamente 20 años de estar en este revolú de la música, es cool hacer una proyección del pasado desde la pantalla del presente y ver cómo las oportunidades que he tenido se enlazan a eventos random, unos con los otros. Me voy en este viaje cada vez que ando en el ajoro de shows o ensayos y, aunque sea en un tapón, detengo la mente para agradecer ese “rush” de andar en la locura de tocar y vivir de la música. Todo lo que hago hoy no parece ni siquiera un trabajo, aludiendo al gran Confusio (no, no fue el que inventó la confusión, como dijo aquella linda chica...).  

Por eso mi post es en honor a esos eventos random o a esas cosas que parecen “casualidades” que después, al seguirle el rastro, veo que han llegado a lugares insospechados. Y eso es súper cuando uno decide apostar todo a algo y de repente todos los aspectos de la vida de uno responden en la misma dirección. Es adquirir un estilo de vida que te lleva de una cosa a la otra; así como las máquinas que hacen los lápices... (el video de eso en youtube está muy bravo, me lo enseñó mi hija). Este escrito visita alguna de esas “casualidades” y cómo esto me llevó a iniciarme en la música. La verdad que es divertido no saber lo que te puede ocurrir porque nada está escrito... Life is crazy!

Nacido y criado en el campo (Naranjito City), rodeado de familia grande, que criaba gallos de pelea, no era raro verme desde pequeño en alguna gallera, rodeado de gente mayor y apostadores del “boxeo gallístico”. Sin tener MTV, pero sí Alfa Rock y una que otra tienda de discos en el casco del pueblo, mi adolescencia fue de fanatismo al heavy metal. Ozzy, Iron Maiden y Dokken eran mis favoritos. Esa exposición a tan agresivas guitarras en esas grabaciones, me llevó a ese gran día donde este pana mío de la escuela me dijo que tenía una guitarra eléctrica que quería vender... nunca había contemplado que yo podía tener una guitarra eléctrica y aprender a tocar como mis héroes Randy Rhoads, Jake E. Lee o George Lynch... (já! yeah right...)

Era una guitarra tipo Fender Stratocaster negra, que vendía Sears en los catálogos. Sí, esos catálogos americanos que nosotros en el campo veíamos como un grandioso mall encuadernado, donde tú mandabas a buscar algo y esperabas por correo un módico tiempo de 3 meses para que llegara... Bueno, el pana quería $100 por la guitarra, pero finalmente transamos por $50 y un gallo de pelea que mi papá le dio. Él estaba feliz con su gallo y $50 en muchos billetes pequeños, y yo contento con mi guitarra de Sears.

A mis 13 años, me ganaba los pesitos en la gallera. Mi trabajo era cargar el gladiador con las mortales espuelas hacia el ring de pelea, mostrárselo al juez para que lo inspeccionara y de ahí a que se “esbarataran a espuelazos” siguiendo su instinto. Mirando ese trabajo ahora, me doy cuenta de la responsabilidad que pesaba sobre mí; cargando un peleador cuya apuesta muchas veces era miles de dólares. Un movimiento en falso que yo hiciera y el gallo me iba a llenar de rotos y sangre. Pero esa habilidad era tan natural en mí, que ni me pasó por la mente la posibilidad de fallar.  ¿Qué interesante eso, no?

Con el ingreso de ese trabajo logré matricularme en Rock Unlimited, una escuela de guitarra en San Juan que tenía a uno de los maestros más bravos, Aníbal Rivera, quien en ese tiempo era el guitarrista de Ednita Nazario y yo lo veía tocando en Noche de Gala (¿cómo eh?). Recuerdo que el sustituto de Aníbal muchas veces fue un gran maestro llamado Osvaldo López... Mi bro Junín, quien tal vez consciente o inconscientemente mostró su fe en mí y mi guitar-ride, se ofreció a llevarme del campo a la ciudad capital a tomar las clases todos los sábados. Creo que ahí se establece oficialmente mi conexión con el instrumento.

Escribo esto también, pensando que me está tocando (desde hace algún tiempito ya...) compartir mi experiencia con los que andan creciendo y queriendo buscar su sitio en la música. Yo siempre digo que hay que tomar todas las oportunidades que vengan porque no sabes cuándo una cosa te llevará a la otra. De ese comienzo con la guitarra, nunca imaginé a dónde llegaría, mi pasión era el proceso... el camino. Entre Rock Unlimited y hoy, han pasado miles de “casualidades” más. Lo curioso es que muchas veces no nos damos cuenta de que crecemos.

Las “casualidades” son parte del camino y no del resultado o la gran meta; de hecho ¿cuál es la gran meta? ... No hace diferencia cuando se hace lo que se hace por una convicción que habita permanente en tu sistema de creencias.

Las metas se cumplen, no se cumplen, se renuevan, evolucionan y hasta se rentan...


lunes, 24 de diciembre de 2012

El mapa




El segundo resultado que me arrojó Google sobre lo que es un mapa, dice entre otras cosas, que un mapa nos provee datos de utilidad para el desarrollo de diferentes actividades e incluso ayuda a una persona a ubicarse en territorio. Siempre pienso que una aburrida definición en la superficie puede aplicar a lo más profundo de nuestro sentir, si buscamos bien en los rincones de nuestro revolú mental que nos ataca de cuando en vez.


Me viene al recuerdo una vez que Stephen Schwartz, compositor niuyorkino que escribió nada menos que Wicked y Godspell (entre otras), nos visitó a la escuela nuestra para ofrecerle una charla a mis estudiantes previo a un concierto benéfico que iba a dar. Al enterarme del conversatorio, decidí darles un taller a mis estudiantes de lo que hacía un compositor y las formas en que usaba la tecnología para trabajar sus ideas y como hay una línea fina entre crear algo y que de repente se pueda convertir en un éxito. Mi intensión real era que el corillo no se presente ante el Sr. Schwartz con la indiferencia que caracteriza al adolescente, de que le importa muy poco lo que tenga que ver con algún género musical que no les aplica a su vida ni a los partys para bailar con la jevita que les gusta. La verdad no los culpo, muchos adultos (creo que más de la cuenta) padece de ese mal. Al menos con ellos, mi rol es utilizar la creatividad para envolverlos y que logren ver la relación que tiene la música con todo lo que les rodea en su vida.  

Ya en el conversatorio, confieso que subestimé un poco a mi corillo, porque le hicieron preguntas a Stephen como si estuvieran estudiando un “major” en música. Para mi gran sorpresa, la pregunta que le hizo uno de ellos, fué la que marcó el tono de la charla y también mi post de hoy día de noche buena 2012. Le preguntaron, ¿Qué tiene que hacer un estudiante para tener éxito en una carrera en la música? Pregunta simple y complejas todas sus posibles contestaciones. Me la han hecho mil veces, padres, estudiantes, amigos, colegas y curiosos. La respuesta de Schwartz es la mejor que he escuchado y la que ha quedado grabada por los siglos de los siglos en mi mente. El respondió... “Bueno, es difícil saber porque específicamente las carreras artísticas, son esas de las que no hay necesariamente un mapa a seguir. Si tu estudias cualquier otra carrera, ya sabes lo que tienes que hacer, donde estudiar, donde vas a trabajar y hasta sabes cual será tu escala salarial posible” Luego el se fue más predecible en el asunto de tener disciplina, creer en ti, ser perseverante y crear el necesario network porque nunca sabes de donde saldrá la oportunidad de tu vida. Claro, predecible con toda la razón del mundo.

A través del tiempo, son muchas las conversaciones que tengo con colegas músicos cuando nos sentamos a filosofar sobre que nos queda por lograr en nuestra carrera. Trabajar en la música, me imagino que igual en otras áreas del arte, nos gasta una gran cantidad de energía emocional, porque al fin y al cabo, de ahí sale nuestra expresión artística. Y cuando nos toca revisar en donde estamos y hacia donde vamos, ponemos esa misma pasión en nuestros pensamientos. Son muchas las veces que nos encontramos en la necesidad de ese mapa que nos indique hacia donde ir, que rumbo tomar, que hacer para cubrir esa necesidad de hacer más y lograr más.

He tenido la oportunidad de visitar algunas ciudades del mundo, solo para darme cuenta que mi pequeña isla, al igual que las mujeres más lindas, tiene un talento musical extremadamente alto en nivel. Pensando en esto, me acuerdo de que la mayoría de la gente con quién colaboro, son de esos talentos que se encuentran buscando que sus propuestas musicales lleguen al mayor nivel posible, en la calidad musical y también que su trabajo sea conocido por el público. Son muchos los compositores, bandas, cantantes, instrumentistas (yo incluído) que andan en la constante búsqueda de ese mapa o que simplemente, a falta de ese mapa  también, la combinación de instinto e irremediable fe, conduzca a una gran oportunidad para sentir que valió la pena apostar todo a dedicarse a la música.

Lo cierto es que los músicos inventamos lo que sea para poder hacer la cosa fluir, tocamos lo más que podemos, colaboramos unos con otros, nos damos promoción por las redes sociales, hacemos un pote y grabamos y vendemos los cd’s en los shows o por iTunes y la mayoría del tiempo estamos contentos con lo que vamos haciendo... al menos hasta que llegan esas conversaciones entre nosotros y aceptamos que a veces queremos darle un vistazo al mapa para llegar donde sabemos que queremos llegar, solo que no sabemos como. Pero hay que mantenerse en acción.

Como este es mi blog y solo me puedo usar a mi como ejemplo, en el tiempo que llevo en esto, y sumando lo que he logrado, lo que no y lo que me falta, la decisión de apostar todo a dedicarme a esta carrera es un acto de valentía de la cual estaré orgulloso toda mi vida. Encontré mi pasión y eso es lo que persigo, con mapa o no. Al igual que no hay mapa para criar nuestros hijos, es mi responsabilidad mostrarles con mi ejemplo, lo que es hacer lo que hay que hacer con amor y ganas.

De que las oportunidades están escasas, puede ser, pero hay que buscarlas, provocarlas y hacerlo bien cuando estas aparezcan. Si, hay que pagar cuentas y hay que buscarse el dinero del pan y más si hay chiquitos que hacer crecer. También es nuestra responsabilidad buscar el sustento desde nuestra pasión, vivimos en el mundo real, punto.

Encontrar y entender esa pasión, no fue algo que se desarrolló en mi de la noche a la mañana, esto poco a poco se convirtió en mi forma de vivir y ver el mundo, cuando eso ocurre, encuentras muchas posibilidades de como canalizar el talento. A mi me gusta tocar e interpretar por medio de la guitarra, colaborar con alguna propuesta ajena y también encontré en el salón de clases uno de mis mas retantes escenarios. No me quejo, ha sido un proceso de evolución que suma muchas cosas que me convencen de que ha valido la pena.

Lo cierto es, que igual que muchos, para muchas cosas no tengo mapa, pero eso hace mi travesía más divertida; yo no sé quién me llamará mañana o en que país o con que artista esté tocando el próximo mes, o si mi home studio me haga un buen productor...el mundo da vueltas y no hay de otra que fluir... dicen que nada de lo perteneciente al ser humano nos es ajeno y hasta donde sé, soñar es legal...   

Mapa o no... let’s rock y después vemos que nos depara el destino. Que la búsqueda de mapas y respuestas a lo desconocido no sea una distracción para no hacer lo que nos apasiona. 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Post del año pasado que olvidé publicarlo aquí...


Hoy 31 de Octubre 2011, hubo como un tipo de alarma en mi cuerpo que de pronto no descifré… minutos y un café más tarde, reconocí el aviso. Hoy se cumplen 5 años de aquel Halloween que cambió mi vida por siempre. El 31 de Octubre del 2006, cerca de las 9pm, me levanté desorientado de una siesta como resultado de trabajar todo el día desde temprano en la mañana y que aún me quedaba una grabación por hacer. Mi gran ayuda para conciliar el sueño ante tanto tráfico mental y agendas por cumplir, era un gran abanico de techo que con su ruido monumental, emulaba una gran tempestad que te transportaba casi de inmediato a la dimensión de los sueños. Este aparato en el techo, gigantesco e imponente, era construido con unas grandes aspas de metal, y como gran veterano de mil campañas, pese a alguna corrosión notable, su fuerza e ímpetu en su función era impecable.

Al levantarme de la siesta, mi primer impulso fue quitarme la camisa para ducharme y despertar (en ese orden). En el momento de levantar las manos, el gran abanico con su fuerza imparable, golpeó mi mano izquierda en el área lateral de la muñeca. Fue como un perfecto y limpio hit de Clemente. Mis ojos no salían del asombro al mirar el gran daño causado en mi mano. De la muñeca a los dedos, hubo un adormecimiento aterrador y el dolor era surreal. Sin pensar en nada más y como si ya la vida hubiera ensayado la casualidad, mi hermano que trabajó hasta inusualmente tarde en su oficina cerca de mi casa, respondió mi llamado y nos fuimos al hospital. Mi mano no se sentía… puedo describir cosas más crudas pero no son relevantes a donde voy con esta nota…

Luego de visitar 3 salas de emergencias de la capital, esa noche lograron estabilizarme pero me enviaron urgente al día siguiente a ver al cirujano ortopeda José Santiago. El Dr Santiago cuando me evaluó, me dice lo siguiente: “Bueno, aún no sabemos, pero si ese abanico cortó los nervios, vamos cuesta arriba porque puede no haber recuperación” Esas palabras fueron el detonador de lo que no había pensado hasta ese momento; esa es mi mano de tocar!! Vamos cuesta arriba?? Que significa eso? Yo tengo shows hasta fin de año y quiera Dios hasta que deje este mundo!! El Dr. muy responsablemente me dice: “Tenemos que prepararnos para lo peor, esperando lo mejor…” El kiosco se me comenzó a caer poco a poco… me percaté de la amenaza real de aquel violento encuentro con el majestuoso aparato mohoso…Era en efecto real la incertidumbre si podía volver a tocar guitarra o no…

Se programó una operación para los próximos días… esos días previo a la cirugía fueron los más largos de mi vida, entre preparativos, placas, pruebas… mi mano permanecía en el adormecimiento… no respondía, mi cerebro le decía que se moviera y nada…nada… Mi mente aunque confundida en la incertidumbre, tenía rastros de optimismo asomándose… dentro de mi, sabía que no importara lo que pasara, yo iba a estar bien y que iba a seguir tocando guitarra. Y lo he dicho bien…rastros…algo… una voz tímida que decía que todo iba a salir bien. Decidí seguir ese diminuto rastro hasta convertirlo en mi fe y único sustento en esos momentos. Cuando el Dr. termina la operación, ya yo había despertado antes de tiempo. Me da la buena noticia de que los nervios no estaban rotos, si no lastimados y que eso eran buenas nuevas, aunque era cuestión de tiempo y terapias el cuando mi mano iba a despertar de ese sueño no planificado.

Aunque aliviado de que se descartó la ruptura nerviosa, la realidad es que aún mi mano seguía sin reconocer la guitarra. Ese tiempo de espera, que no tenía una duración definida, fue mi lección de vida. Fueron tantas personas las que me mostraron su cariño y ayuda en ese momento que yo no podía creer tantas muestras de bendición pese a tan delicada experiencia. Hubo colegas que privadamente me hicieron acercamientos de sustituirme en mis trabajos para que yo siguiera cobrando. Las llamadas y buenas vibras si que conquistaron la ley de atracción! Mi mano no respondía aún pero me sentía protegido, como guardado bajo el ala de Dios hasta que fuera el momento de continuar con mi segunda oportunidad de seguir tocando.

Es increíble que tenga que ocurrir algo tan fuerte para uno empezar a reconocer las cosas que realmente son las importantes en la vida. Que cosa que dentro de nuestra ignorancia, nos comportamos con cierta arrogancia y muy seguros de que no vamos a perder lo que ya damos por sentado. La realidad es que nuestro mundo puede cambiar en un segundo. Nada de lo que tenemos es permanente, así lo pude ver yo con esta experiencia… solo nuestra gratitud por lo que tenemos es lo que nos hace crecer y comprender la naturaleza de estar vivo. Aprendí que en ese momento, nada de lo que me quejaba diariamente (el clima, las noticias, la goma, la gente indeseable…ect) no tenían absoluta importancia mientras esperaba a que mi mano despertara al mundo musical nuevamente.

Recordé a cada minuto lo mucho que me gusta tocar, lo mucho que me llena el alma, lo agradecido de Dios que estaba por dejarme vivir de mi pasión. Pensé mucho, mucho en mi hijita, mi familia, mis amigos, lo rico que es disfrutar de momentos simples, filosofar con los panas… en fin esa experiencia transformó mi forma de ver las cosas… Yo acepté que era una posibilidad el hecho de que si podía así de un suspiro perder mi habilidad para tocar a causa de ese accidente. En vez de pedir y prometer por una segunda oportunidad, mi vida giró alrededor del agradecimiento por lo que tenía, el gozarme lo que la vida me presenta, el sol, la lluvia, los besos de mi hijita… en fin disfrutar que habitamos aquí y ahora!

4 meses después, recuperé por completo mi habilidad para tocar… la vida me otorgó la segunda oportunidad y humildemente acepté la responsabilidad de tomarla. Desde ese momento en adelante, hago lo humanamente posible por ver lo positivo en toda situación.

Avanzando hacia el tiempo actual, 5 años más tarde, es evidente que las adversidades en general no han desaparecido. Al contrario, el pesimismo colectivo es aún mayor, y con mucha razón. Hay crisis económica, crímenes absurdos, pérdidas de empleos y lo peor, pérdida de esperanza de tiempos mejores.  Como es natural, las adversidades y pérdidas no me han dejado de ocurrir a mi tampoco, pero mi reacción ante ellas hubiese sido mucho más difícil sin esta lección de hace 5 Halloween atrás.

El mundo no ha dejado ni dejará nunca de ser adverso e injusto. Aún así no podemos enganchar los guantes. Es importante dar la batalla por lo nuestro, por lo que sea que traduzca en buena lid nuestra felicidad. “Vivir, amar y aprender” no hay de otra. (Reflexión tipo sección Self-Help jeje…)

Sé que muchos amigos recordarán esto que me pasó, a todos ellos, gracias de nuevo.

“En la vida nada es permanente, nada puede ser permanente. No esta en tus manos hacer algo permanente. Sólo cosas muertas pueden ser permanentes. Mientras más vida tenga algo, más fugaz será”.