lunes, 24 de diciembre de 2012

El mapa




El segundo resultado que me arrojó Google sobre lo que es un mapa, dice entre otras cosas, que un mapa nos provee datos de utilidad para el desarrollo de diferentes actividades e incluso ayuda a una persona a ubicarse en territorio. Siempre pienso que una aburrida definición en la superficie puede aplicar a lo más profundo de nuestro sentir, si buscamos bien en los rincones de nuestro revolú mental que nos ataca de cuando en vez.


Me viene al recuerdo una vez que Stephen Schwartz, compositor niuyorkino que escribió nada menos que Wicked y Godspell (entre otras), nos visitó a la escuela nuestra para ofrecerle una charla a mis estudiantes previo a un concierto benéfico que iba a dar. Al enterarme del conversatorio, decidí darles un taller a mis estudiantes de lo que hacía un compositor y las formas en que usaba la tecnología para trabajar sus ideas y como hay una línea fina entre crear algo y que de repente se pueda convertir en un éxito. Mi intensión real era que el corillo no se presente ante el Sr. Schwartz con la indiferencia que caracteriza al adolescente, de que le importa muy poco lo que tenga que ver con algún género musical que no les aplica a su vida ni a los partys para bailar con la jevita que les gusta. La verdad no los culpo, muchos adultos (creo que más de la cuenta) padece de ese mal. Al menos con ellos, mi rol es utilizar la creatividad para envolverlos y que logren ver la relación que tiene la música con todo lo que les rodea en su vida.  

Ya en el conversatorio, confieso que subestimé un poco a mi corillo, porque le hicieron preguntas a Stephen como si estuvieran estudiando un “major” en música. Para mi gran sorpresa, la pregunta que le hizo uno de ellos, fué la que marcó el tono de la charla y también mi post de hoy día de noche buena 2012. Le preguntaron, ¿Qué tiene que hacer un estudiante para tener éxito en una carrera en la música? Pregunta simple y complejas todas sus posibles contestaciones. Me la han hecho mil veces, padres, estudiantes, amigos, colegas y curiosos. La respuesta de Schwartz es la mejor que he escuchado y la que ha quedado grabada por los siglos de los siglos en mi mente. El respondió... “Bueno, es difícil saber porque específicamente las carreras artísticas, son esas de las que no hay necesariamente un mapa a seguir. Si tu estudias cualquier otra carrera, ya sabes lo que tienes que hacer, donde estudiar, donde vas a trabajar y hasta sabes cual será tu escala salarial posible” Luego el se fue más predecible en el asunto de tener disciplina, creer en ti, ser perseverante y crear el necesario network porque nunca sabes de donde saldrá la oportunidad de tu vida. Claro, predecible con toda la razón del mundo.

A través del tiempo, son muchas las conversaciones que tengo con colegas músicos cuando nos sentamos a filosofar sobre que nos queda por lograr en nuestra carrera. Trabajar en la música, me imagino que igual en otras áreas del arte, nos gasta una gran cantidad de energía emocional, porque al fin y al cabo, de ahí sale nuestra expresión artística. Y cuando nos toca revisar en donde estamos y hacia donde vamos, ponemos esa misma pasión en nuestros pensamientos. Son muchas las veces que nos encontramos en la necesidad de ese mapa que nos indique hacia donde ir, que rumbo tomar, que hacer para cubrir esa necesidad de hacer más y lograr más.

He tenido la oportunidad de visitar algunas ciudades del mundo, solo para darme cuenta que mi pequeña isla, al igual que las mujeres más lindas, tiene un talento musical extremadamente alto en nivel. Pensando en esto, me acuerdo de que la mayoría de la gente con quién colaboro, son de esos talentos que se encuentran buscando que sus propuestas musicales lleguen al mayor nivel posible, en la calidad musical y también que su trabajo sea conocido por el público. Son muchos los compositores, bandas, cantantes, instrumentistas (yo incluído) que andan en la constante búsqueda de ese mapa o que simplemente, a falta de ese mapa  también, la combinación de instinto e irremediable fe, conduzca a una gran oportunidad para sentir que valió la pena apostar todo a dedicarse a la música.

Lo cierto es que los músicos inventamos lo que sea para poder hacer la cosa fluir, tocamos lo más que podemos, colaboramos unos con otros, nos damos promoción por las redes sociales, hacemos un pote y grabamos y vendemos los cd’s en los shows o por iTunes y la mayoría del tiempo estamos contentos con lo que vamos haciendo... al menos hasta que llegan esas conversaciones entre nosotros y aceptamos que a veces queremos darle un vistazo al mapa para llegar donde sabemos que queremos llegar, solo que no sabemos como. Pero hay que mantenerse en acción.

Como este es mi blog y solo me puedo usar a mi como ejemplo, en el tiempo que llevo en esto, y sumando lo que he logrado, lo que no y lo que me falta, la decisión de apostar todo a dedicarme a esta carrera es un acto de valentía de la cual estaré orgulloso toda mi vida. Encontré mi pasión y eso es lo que persigo, con mapa o no. Al igual que no hay mapa para criar nuestros hijos, es mi responsabilidad mostrarles con mi ejemplo, lo que es hacer lo que hay que hacer con amor y ganas.

De que las oportunidades están escasas, puede ser, pero hay que buscarlas, provocarlas y hacerlo bien cuando estas aparezcan. Si, hay que pagar cuentas y hay que buscarse el dinero del pan y más si hay chiquitos que hacer crecer. También es nuestra responsabilidad buscar el sustento desde nuestra pasión, vivimos en el mundo real, punto.

Encontrar y entender esa pasión, no fue algo que se desarrolló en mi de la noche a la mañana, esto poco a poco se convirtió en mi forma de vivir y ver el mundo, cuando eso ocurre, encuentras muchas posibilidades de como canalizar el talento. A mi me gusta tocar e interpretar por medio de la guitarra, colaborar con alguna propuesta ajena y también encontré en el salón de clases uno de mis mas retantes escenarios. No me quejo, ha sido un proceso de evolución que suma muchas cosas que me convencen de que ha valido la pena.

Lo cierto es, que igual que muchos, para muchas cosas no tengo mapa, pero eso hace mi travesía más divertida; yo no sé quién me llamará mañana o en que país o con que artista esté tocando el próximo mes, o si mi home studio me haga un buen productor...el mundo da vueltas y no hay de otra que fluir... dicen que nada de lo perteneciente al ser humano nos es ajeno y hasta donde sé, soñar es legal...   

Mapa o no... let’s rock y después vemos que nos depara el destino. Que la búsqueda de mapas y respuestas a lo desconocido no sea una distracción para no hacer lo que nos apasiona. 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Post del año pasado que olvidé publicarlo aquí...


Hoy 31 de Octubre 2011, hubo como un tipo de alarma en mi cuerpo que de pronto no descifré… minutos y un café más tarde, reconocí el aviso. Hoy se cumplen 5 años de aquel Halloween que cambió mi vida por siempre. El 31 de Octubre del 2006, cerca de las 9pm, me levanté desorientado de una siesta como resultado de trabajar todo el día desde temprano en la mañana y que aún me quedaba una grabación por hacer. Mi gran ayuda para conciliar el sueño ante tanto tráfico mental y agendas por cumplir, era un gran abanico de techo que con su ruido monumental, emulaba una gran tempestad que te transportaba casi de inmediato a la dimensión de los sueños. Este aparato en el techo, gigantesco e imponente, era construido con unas grandes aspas de metal, y como gran veterano de mil campañas, pese a alguna corrosión notable, su fuerza e ímpetu en su función era impecable.

Al levantarme de la siesta, mi primer impulso fue quitarme la camisa para ducharme y despertar (en ese orden). En el momento de levantar las manos, el gran abanico con su fuerza imparable, golpeó mi mano izquierda en el área lateral de la muñeca. Fue como un perfecto y limpio hit de Clemente. Mis ojos no salían del asombro al mirar el gran daño causado en mi mano. De la muñeca a los dedos, hubo un adormecimiento aterrador y el dolor era surreal. Sin pensar en nada más y como si ya la vida hubiera ensayado la casualidad, mi hermano que trabajó hasta inusualmente tarde en su oficina cerca de mi casa, respondió mi llamado y nos fuimos al hospital. Mi mano no se sentía… puedo describir cosas más crudas pero no son relevantes a donde voy con esta nota…

Luego de visitar 3 salas de emergencias de la capital, esa noche lograron estabilizarme pero me enviaron urgente al día siguiente a ver al cirujano ortopeda José Santiago. El Dr Santiago cuando me evaluó, me dice lo siguiente: “Bueno, aún no sabemos, pero si ese abanico cortó los nervios, vamos cuesta arriba porque puede no haber recuperación” Esas palabras fueron el detonador de lo que no había pensado hasta ese momento; esa es mi mano de tocar!! Vamos cuesta arriba?? Que significa eso? Yo tengo shows hasta fin de año y quiera Dios hasta que deje este mundo!! El Dr. muy responsablemente me dice: “Tenemos que prepararnos para lo peor, esperando lo mejor…” El kiosco se me comenzó a caer poco a poco… me percaté de la amenaza real de aquel violento encuentro con el majestuoso aparato mohoso…Era en efecto real la incertidumbre si podía volver a tocar guitarra o no…

Se programó una operación para los próximos días… esos días previo a la cirugía fueron los más largos de mi vida, entre preparativos, placas, pruebas… mi mano permanecía en el adormecimiento… no respondía, mi cerebro le decía que se moviera y nada…nada… Mi mente aunque confundida en la incertidumbre, tenía rastros de optimismo asomándose… dentro de mi, sabía que no importara lo que pasara, yo iba a estar bien y que iba a seguir tocando guitarra. Y lo he dicho bien…rastros…algo… una voz tímida que decía que todo iba a salir bien. Decidí seguir ese diminuto rastro hasta convertirlo en mi fe y único sustento en esos momentos. Cuando el Dr. termina la operación, ya yo había despertado antes de tiempo. Me da la buena noticia de que los nervios no estaban rotos, si no lastimados y que eso eran buenas nuevas, aunque era cuestión de tiempo y terapias el cuando mi mano iba a despertar de ese sueño no planificado.

Aunque aliviado de que se descartó la ruptura nerviosa, la realidad es que aún mi mano seguía sin reconocer la guitarra. Ese tiempo de espera, que no tenía una duración definida, fue mi lección de vida. Fueron tantas personas las que me mostraron su cariño y ayuda en ese momento que yo no podía creer tantas muestras de bendición pese a tan delicada experiencia. Hubo colegas que privadamente me hicieron acercamientos de sustituirme en mis trabajos para que yo siguiera cobrando. Las llamadas y buenas vibras si que conquistaron la ley de atracción! Mi mano no respondía aún pero me sentía protegido, como guardado bajo el ala de Dios hasta que fuera el momento de continuar con mi segunda oportunidad de seguir tocando.

Es increíble que tenga que ocurrir algo tan fuerte para uno empezar a reconocer las cosas que realmente son las importantes en la vida. Que cosa que dentro de nuestra ignorancia, nos comportamos con cierta arrogancia y muy seguros de que no vamos a perder lo que ya damos por sentado. La realidad es que nuestro mundo puede cambiar en un segundo. Nada de lo que tenemos es permanente, así lo pude ver yo con esta experiencia… solo nuestra gratitud por lo que tenemos es lo que nos hace crecer y comprender la naturaleza de estar vivo. Aprendí que en ese momento, nada de lo que me quejaba diariamente (el clima, las noticias, la goma, la gente indeseable…ect) no tenían absoluta importancia mientras esperaba a que mi mano despertara al mundo musical nuevamente.

Recordé a cada minuto lo mucho que me gusta tocar, lo mucho que me llena el alma, lo agradecido de Dios que estaba por dejarme vivir de mi pasión. Pensé mucho, mucho en mi hijita, mi familia, mis amigos, lo rico que es disfrutar de momentos simples, filosofar con los panas… en fin esa experiencia transformó mi forma de ver las cosas… Yo acepté que era una posibilidad el hecho de que si podía así de un suspiro perder mi habilidad para tocar a causa de ese accidente. En vez de pedir y prometer por una segunda oportunidad, mi vida giró alrededor del agradecimiento por lo que tenía, el gozarme lo que la vida me presenta, el sol, la lluvia, los besos de mi hijita… en fin disfrutar que habitamos aquí y ahora!

4 meses después, recuperé por completo mi habilidad para tocar… la vida me otorgó la segunda oportunidad y humildemente acepté la responsabilidad de tomarla. Desde ese momento en adelante, hago lo humanamente posible por ver lo positivo en toda situación.

Avanzando hacia el tiempo actual, 5 años más tarde, es evidente que las adversidades en general no han desaparecido. Al contrario, el pesimismo colectivo es aún mayor, y con mucha razón. Hay crisis económica, crímenes absurdos, pérdidas de empleos y lo peor, pérdida de esperanza de tiempos mejores.  Como es natural, las adversidades y pérdidas no me han dejado de ocurrir a mi tampoco, pero mi reacción ante ellas hubiese sido mucho más difícil sin esta lección de hace 5 Halloween atrás.

El mundo no ha dejado ni dejará nunca de ser adverso e injusto. Aún así no podemos enganchar los guantes. Es importante dar la batalla por lo nuestro, por lo que sea que traduzca en buena lid nuestra felicidad. “Vivir, amar y aprender” no hay de otra. (Reflexión tipo sección Self-Help jeje…)

Sé que muchos amigos recordarán esto que me pasó, a todos ellos, gracias de nuevo.

“En la vida nada es permanente, nada puede ser permanente. No esta en tus manos hacer algo permanente. Sólo cosas muertas pueden ser permanentes. Mientras más vida tenga algo, más fugaz será”.

2012

Se acaba casi el 2012 y no escribí eni blog, aunque aún hay esperanza de que algo escriba antes del 31. Ha sido un año extraño, de altas y bajas a nivel personal como a nivel global... que a fin de cuentas se enlaza una cosa con la otra.

Le cambié el título al blog y le hice uno que otro cambio...